Expertos visitaron ensayos de INIA Remehue y están evaluando los resultados preliminares de la primera temporada de estudios que está finalizando.
“Estamos visitando el ensayo en INIA Remehue del proyecto: Reposicionando el uso de tréboles en praderas de ballicas, con financiamiento Fondef de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y que busca generar información técnica actualizada que muestre las ventajas de utilizar tréboles en las mezclas con las ballicas”, señaló Fernando Ortega, ingeniero agrónomo, especialista en mejoramiento genético de forrajeras de INIA Carillanca.
El investigador explicó que en este proyecto hay un sitio de investigación en INIA Carillanca en la Región de La Araucanía y otro similar en INIA Remehue, en la Región de Los Lagos. “En ambos sitios hay dos ensayos: uno para mezclas de ballica perenne con trébol blanco y otro ensayo para mezclas de ballica híbrida con trébol rosado.
Actualmente, está terminando la primera temporada y el objetivo es evaluar la pradera y hacer una serie de evaluaciones ambientales, que busquen generar datos duros, información útil para los productores, que permitan facilitar la toma de decisiones respecto a si incluir o no el trébol en las mezclas con ballica, puntualizó.
Entre los objetivos se espera conocer cuánto nitrógeno podemos ahorrar al usar el trébol y cuánto mejoramos la calidad y la producción de la pradera y la estacionalidad, indicó el especialista de INIA Carillanca.
Por su parte, Francisco Salazar, experto en temas ambientales de INIA Remehue, destacó que “la importancia de este ensayo es que vamos tener los primeros datos a nivel nacional de estimaciones de un balance completo de nitrógeno en sistemas de praderas en mezcla de ballicas con leguminosas.
Resaltó también que a partir de estos ensayos se generarán “datos de gases con efecto invernadero, volatilización de amoniaco, lixiviación de nitrógeno y toda la parte de absorción, por lo tanto, nos va a permitir cuantificar en forma adecuada, cuánto es la eficiencia en la utilización de nitrógeno, bajo estos sistemas de producción en el sur de Chile”.
La integración de esta información permitirá entender mejor cuánto nitrógeno se retiene y se aprovecha en las praderas, lo que es fundamental para optimizar el uso de fertilizantes, reducir pérdidas y promover prácticas más sustentables.