En La Araucanía existen 14 mil productores de papas y más de 16 mil hectáreas de la superficie destinadas a este cultivo. Un 70 % de las hectáreas sembradas en la región está en manos de la Agricultura Familiar Campesina, y la mayor concentración del cultivo se encuentra en las comunas del Borde Costero. Anualmente se cultivan entre 35 mil y 40 mil hectáreas, siendo además el cultivo que tiene el mayor número de agricultores, alcanzando 24.506 unidades productivas agrícolas (UPAs), según el VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal.
Si bien se trata de uno de los cultivos más relevantes de la región; aun existe una baja tasa de innovación, derivando en una producción por debajo de su máximo potencial, escasa disponibilidad de semilla de calidad y casi nulos proyectos agroindustriales. Es el cuarto cultivo más sembrado en superficie, cuya producción es destinada casi totalmente al mercado interno. De ahí la relevancia del convenio de colaboración firmado recientemente entre INDAP Araucanía e INIA Carillanca. En esta instancia, se plantea una inyección de 55 millones de pesos entregados por INDAP al Convenio Tranapuente, con el fin de potenciar la multiplicación de papa nativa y legumbres, como desarrollo adicional a la generación de papa semilla certificada que ya se lleva adelante junto a productores del Borde Costero y siete municipios del territorio (Carahue, Saavedra, Toltén, T. Schmidt, Nueva Imperial, Gorbea y Freire). Con este aporte se viene a potenciar al Convenio Tranapuente, alianza pública privada entre los citados servicios públicos del agro en La Araucanía, y que durante 22 años se ha orientado a la producción de papa semilla; la capacitación de productores y equipos técnicos, además de la investigación y desarrollo del cultivo, donde el rol de los municipios del Borde Costero ha sido gravitante, junto al apoyo del SAG.
El Convenio Tranapuente surgió el 2002, con el objetivo de desarrollar acciones en el ámbito de transferencias tecnológicas que apuntan a incrementar la disponibilidad de papa semilla, considerando que la oferta de este insumo en la región es inferior a la demanda potencial. La idea es contribuir a la consolidación de una estructura productiva competitiva, innovadora y sustentable para el rubro papa en el territorio costero de La Araucanía. “Para nosotros como institución es muy importante dar continuidad al Convenio Tranapuente, pues impacta directamente en un territorio que abarca 7 comunas y que tiene una vocación productiva delimitada en cuanto a la producción de papa. En este sentido, la firma del convenio de colaboración con INDAP viene a ampliar esta producción, incrementando la obtención de papa semilla, pero además incorporando las legumbres y rescatando el patrimonio fitogenético de papa nativa”, señaló Claudia Osorio, Directora Regional de INIA Carillanca.
Esta importante alianza entre INDAP e INIA, con la inyección de recursos, busca generar mayor cantidad y calidad de material genético para los pequeños agricultores, y de esta forma apuntar a la competitividad en el mercado. “El 2022 el aporte de INDAP sube de 19 a $25 millones, porque se amplió a la producción de leguminosas. Y este año, después de un gran esfuerzo, pasamos aportar $55 millones al Convenio Tranapuente, porque ya son tres áreas de trabajo; pasamos de la producción de semillas de papa y leguminosas, a la incorporación de semillas de seis variedades de papas nativas que desde el 2025 comenzaremos a distribuir entre los pequeños productores del convenio. De esta forma avanzamos hacia sistemas alimentarios más sostenibles, resilientes e inclusivos, como una forma de cambiar la base del sistema alimentario nacional, con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional presente y futura”, dijo Pablo González Jara, Director Regional de INDAP.
En el contexto del convenio colaborativo firmado, INIA Carillanca compromete la entrega de nuevos productos tales como nuevas variedades de papas nativas y aumento de especies de leguminosas. Con esto se espera fortalecer la competitividad del territorio costero, potenciando la producción de papa semilla certificada en corto plazo en el territorio, a través de un escalamiento productivo comercial de modo de asegurar el sistema productivo de los productores /as de INDAP. “Este es un convenio muy relevante para la región y la agricultura familiar campesina, porque viene a superar una brecha que existe, cuando el pequeño agricultor no tiene acceso a semilla de calidad y eso es lo que vamos a conseguir con nuevos recursos. Además, es muy importante porque estamos trabajando por la soberanía y la seguridad alimentaria, revitalizando la producción de legumbres y papa nativa en conjunto con los municipios del Borde Costero y el INIA para obtener material de calidad y que esté disponible para nuestros agricultores”, puntualizó Héctor Cumilaf, Seremi de Agricultura.